Dejó 100 casas destruidas y generó daños considerables en las calles |
64 años del Terremoto de Aricagua |
Caracas , 30 de junio de 2023 |
![]() El martes 30 de junio de 1959, la población de Aricagua del estado Mérida fue afectada por un terremoto de magnitud 5,8. Siendo éste el más significativo, ya que estuvo acompañado de una sucesión de sismos desde el domingo 28 de junio. Según datos del Servicio Sismológico Nacional los movimientos sísmicos fueron originados por una falla localizada al norte de esta población. Este evento dejó 100 casas destruidas y generó daños considerables en las calles. Además, la iglesia y la escuela sufrieron notables deterioros, así como el dispensario y algunas oficinas públicas. Para la fecha el tipo de construcción que prevalecía en esta región era en general endeble. En los campos las casas eran de barro y paja, a veces con horcones y maderos, es decir, que las construcciones eran de baja calidad, sin ningún tipo de medidas sismorresistentes clasificadas. Aricagua totalmente incomunicada Producto de los deslizamientos los accesos fueron tapiados, dejando incomunicada a la localidad en sentido Mucutuy, Mucuchachí y Libertad, generando una situación bastante preocupante para los 4 mil vecinos del municipio Aricagua, ya que, por causa de la destrucción e inhabilitación de numerosas viviendas, los habitantes se vieron obligados a abandonar sus hogares y se fueron a vivir en improvisadas carpas o toldos, en la plaza y otros lugares que aparentemente ofrecían mayor seguridad. A pesar de que la cifra de víctimas del evento no fue elevada; se pudo conocer del fallecimiento de una persona y un herido de gravedad, ambos fueron atendidas en medio de las ruinas a causa de la imposibilidad de conducirlas a otros dispensarios debido a los caminos bloqueados. Según declaraciones del Párroco de Aricagua para ese año, Pedro Antonio Moreno, informando de los sucesos afirmó: “El primer sismo fue fuerte, yo estaba en una misa de domingo y estaba predicando en el púlpito cuando sentimos el primer remezón, y traquearon las vigas y todo eso, y enseguida vino otro temblor y las personas salieron, después salí yo”. Asimismo, el párroco notificó que “Una semana tardó la primera ayuda, la escuela fue la construcción que más sufrió, las casas las reparaban con barra y caña brava, ya que unas eran de tierras con horcones, vigas de madera y techos de teja o zinc, y otras de tierra y paja mezcladas; habían sufrido los embates del sismo de 1956 (M 5,0), cuyo epicentro también estuvo ubicado muy cerca de Aricagua. Las personas eran muy confiadas y se arreglaba lo que se podía”. En esa oportunidad no se les hizo un verdadero arreglo a las viviendas, simplemente se cubrieron las grietas con una mezcla de barro y bosta. De tal manera, que los nuevos sismos agravaron los daños que ya estaban presentes en las edificaciones. La planificación es la mejor herramienta para hacer frente a los terremotos; la prevención es la clave. Durante el sismo, debe mantener la calma y cubrirse debajo de una superficie estable. Después de un terremoto, tome precauciones. La fundación continúa difundiendo a través de sus redes sociales, Twitter e Instagram @Funvisis, y su página web www.funvisis.gob.ve, contenidos informativos que contribuyen a la alfabetización del pueblo venezolano de la realidad sismológica nacional. |
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