Lo que nació como un proyecto experimental académico, de la mano de la profesora Flor Elena Singer, se ha convertido hoy en el brazo educativo y preventivo en materia sísmica de todo el país, que tras 15 años ha logrado beneficiar directamente a más de 6 millones de personas, entre niños, adolescentes, docentes y adultos de diferentes ciclos escolares: el Aula Sísmica.

El jefe del departamento de Documentación e Información de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), Daniel Moreno, comenta que, el hoy programa institucional, fue planteado inicialmente como un ejercicio académico en el año 1997, antes de la ocurrencia del sismo de Cariaco, por un grupo de docentes y estudiantes interesados en promover los conocimientos sísmicos en docentes  del estado Sucre, tras un estudio que demostró el vago manejo de los mismos.

Tras el resultado de este estudio y con la ocurrencia del sismo del 9 de julio de 1997 en la población de Cariaco, estado Sucre, que devastó un importante número de edificaciones educativas, alcanzando la vida de alumnos y docentes, nace el 16 de febrero de 1998 el Aula Sísmica Madelellis Guzmán.

El inédito experimento educativo venezolano se planteó desde entonces construir herramientas educativas para apropiar de conocimientos sísmicos a la población venezolana, especialmente a los de etapa escolar, de allí que al momento se hayan producido un número importante de juegos didáticos, canciones, mapas y otros recursos para hacer más accesible la trasnmisión del conocimiento sísmicos.

Moreno detalló que esta estrategia ha servido para facilitar el trabajo de desmitificación y pesadez del tema de sismos en el país, uno de los principales objetivos de este programa educativo.

Al momento, la expansión del Aula Sísmica ha sido tal que grupos de policías, militares, comunidades organizadaas e instituciones públicas y privadas han recibido directamente del cuerpo de instructores de Funvisis capacitación y formación en cuanto a prevención sísmica se refiere.

De las 28.000 edificaciones escolares existentes en todo el país, 20.000 se ubican en zonas de riesgo sísmico. Cerca de 1.200 escuelas han sido atendidas por los instructores de Funvisis, que este año tienen previsto expandir esta cifra para llegar a otros lugares del país.

Además de la dimensión formativa, el Aula Sísmica adelanta importantes proyectos de investigación y seguimiento al tema sísmico, lo que ha permitido incorporar a la dinámica la organzación de cursos y talleres sobre la aplicación de la norma sísmica y así favorecer la ejecución de la misma en los diferentes proyectos constructivos que se gestan.

Igualmente, han desarrollado 12 productos editoriales abordando temáticas como por ejemplo cuáles técnicas funcionan mejor y tópicos se mantengan en el imaginario de la gente, en relación a la prevención sísmica.

Moreno precisó que para este año esperan la aprobación de un proyecto de modernización y expansión del programa, que les permita adquirir material educativo y dotar algunos puntos que han sido creados en estados como Sucre en cuanto a educación sísmica se refiere.

Así también, potenciarán el uso de la tecnología como recursos para formar y llegar a más personas, aún y cuando geográficamente estén distantes. La inversión inicial del proyecto alcanza los 16 millones de bolívares.