El viernes 8 de septiembre, después de las 11:00 hora local, un terremoto de magnitud 6,8 sacudió el centro de Marruecos, ocasionando más de 2.500 fallecidos y 2.420 heridos. 20 minutos después del sismo, hubo una réplica de magnitud 4,9.

De acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro ocurrió en las montañas del Alto Atlas, a 71 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech. Esta zona es escasamente poblada y en consecuencia a este suceso, familias enteras quedaron bajo los escombros.

El sismo se produjo como consecuencia de un fenómeno geológico denominado “falla inversa”. Esto sucede cuando las placas tectónicas chocan, lo que produce  el engrosamiento de la corteza terrestre. La tensión en estas fallas puede generar terremotos cuando las rocas se desplazan bruscamente para liberar la tensión acumulada, lo que es característico de una falla sísmica.

Se considera uno de los mayores terremotos de la historia de Marruecos desde 1900. El evento más mortífero fue registrado el 29 de febrero de 1960, en la ciudad de Agadir, con una magnitud 5,8 y un saldo de más de 12.000 víctimas fatales.

La planificación es la mejor herramienta para hacer frente a los terremotos; la prevención es la clave. Durante el sismo, debe mantener la calma y cubrirse debajo de una superficie estable. Después de un terremoto, tome precauciones.

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