La madrugada del 26 de diciembre de 2003, un terremoto de magnitud 6,6, sacudió la ciudad de Bam, en el sudeste de Irán. Se reportaron más de 30.000 víctimas, 50.000 heridos y un total de 80.000 personas quedaron sin hogar.

El evento ocasionó que dos hospitales de la ciudad se derrumbaran, provocando la muerte de todo el personal médico. La Cruz Roja Alemana (DRK) ofreció apoyo en la búsqueda de sobrevivientes y envío suministros de agua, hospitales móviles, especialistas y perros de rescate.

De acuerdo a las fuentes oficiales, el 70 % de la ciudadela de Arg-e Bam,  uno de los mayores sitios turísticos, fueron destruidos con el sismo. Se considera un patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde el año 2004 y pertenecía a la lista de bienes culturales amenazados.

En el siglo 20, Arg- e  Bam era la mayor fortaleza del mundo y ocupaba una superficie de 180.000 metros cuadrados, rodeada por muros de 7 metros de altura y 1.815 de longitud, siendo utilizada como puesto fronterizo y después un cuartel militar. Países como Alemania, Francia, Italia y Japón, ayudaron en su reconstrucción.

Eventos como éste nos recuerdan que la planificación es la mejor herramienta para hacer frente a los terremotos; la prevención es la clave. Durante el sismo, debe mantener la calma y cubrirse debajo de una superficie estable. Después de un terremoto, tome precauciones.

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