No se registró daños graves o destrucción total |
258 años del Terremoto de Santa Úrsula |
Caracas, 21 de octubre de 2024 |
![]() El 21 de octubre de 1766, a las 4:30 hora local, ocurrió un terremoto de magnitud 7,9, con epicentro en la región nororiental de Venezuela. Las autoridades reportaron daños en templos y conventos, sin que ocurrieran pérdidas humanas. Los efectos de este sismo se han documentado en unas 70 poblaciones ubicadas en Venezuela, Trinidad, Colombia, Guyana, Guyana Francesa, Granada, San Vicente y Curazao; registrándose las intensidades más altas (VIII-IX) en el nororiente venezolano y en Trinidad. El terremoto de 1766 en Caracas En la ciudad de Caracas, los efectos del terremoto de 1766 oscilaron de leves a moderados, para alivio de los vecinos que, de por sí, ya vivían una cotidianidad complicada en la que abundaban la pobreza, plagas, pestes y epidemias. Esa madrugada, muchos despertaron aterrorizados debido a la fuerza y duración de la sacudida, para su sorpresa, se encontraron con que las construcciones caraqueñas: viejas, frágiles y mal conservadas resistieron el remezón, registrándose solo daños moderados en templos y conventos. Las construcciones más afectadas fueron la Catedral y los conventos de Nuestra Señora de la Merced y de San Jacinto, cuyas torres resultaron quebrantadas y agrietadas por el sismo. Estos últimos fueron reconocidos por el Conde Miguel de Roncali, Ingeniero de los Reales Ejércitos y Comandante Militar de la Plaza de La Guaira. Siguiendo las descripciones históricas, observamos que no se registró ningún caso de daños graves o destrucción total o parcial de algún edificio. A diferencia de los devastadores efectos de los sismos de 1641 y 1812, el evento de 1766 no tuvo repercusiones significativas en el espacio urbano de Caracas y sus efectos fueron rápidamente subsanados. Las huellas de este sismo perduraron en la cultura y en el arte, más no en la morfología. A pesar de los desperfectos ocasionados por el sismo de 1766, el contexto cultural y económico de Caracas continuó evolucionando sustancialmente durante el siglo XVIII. Más aún, hacia finales de este periodo se experimentó una mejoría en lo que respecta a las calidades constructivas, así como un crecimiento del equipamiento urbano. La planificación es nuestra mejor herramienta para hacerle frente a los terremotos; la prevención es la clave. Durante el sismo, mantén la calma, busca la protección personal y la de los tuyos siguiendo las mejores prácticas. Después de un temblor, toma precauciones. La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) continúa difundiendo toda su programación a través de sus redes sociales, X e Instagram @Funvisis, y su página web www.funvisis.gob.ve, contenidos informativos que contribuyen a la alfabetización del pueblo venezolano de la realidad sismológica nacional. |
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