El Terremoto de Tangshan de 1976, M 7,5, que consumió la vida de 246 mil personas, y destruyó 80 mil edificaciones. Terrible saldo. Sin embargo, la hermana ciudad de Qinglong, con igual destrucción, no reportó ni una sola muerte.

De los 352 edificios de varios pisos en Tangshan, 117 se desplomaron totalmente; 85 se vinieron abajo y 99 sufrieron graves daños, pisos de cemento amontonados con capa sobre capa, como si las paredes se hubieran evaporado.

El temblor más fuerte se sintió a las 3:00 a.m. La energía eléctrica se cortó, la ventilación se detuvo causando como amenaza la posibilidad de asfixiar a los mineros allí presentes. Las bombas de achique dejaron de funcionar y el agua inundó algunas de las oscurecidas minas.

Veinte puentes sobre carreteras se desplomaron; otros doscientos experimentaron daños menores. Muchos de estos desplomes impidieron que se pudiera prestar ayuda a los damnificados. Además, las cañerías de agua reventaron en tantos lugares que se necesitó  años de trabajo para repararlas totalmente. Cuarenta represas de tierra fueron dañadas sin ocasionar graves inundaciones, incluyendo una con más de setenta metros de altura.

Al igual que los movimientos sísmicos de la falla de San Andrés, la actividad en Tangshan fue directamente lateral, es decir, que el terremoto provocó un deslizamiento a lo largo de una falla en la cual el lado más alejado se desplazó a la derecha.

Se han hecho muchos estudios para analizar el por qué de la elevada cifra de víctimas en Tangshan y la mayoría apuntan a una combinación de factores: un terremoto virulento en una zona muy poblada y con construcciones de mala calidad.

La nueva Tangshan es más grande de lo que fue, ya que supera los siete millones de habitantes frente al millón que tenía en 1976, y ha reservado espacios para preservar la memoria de aquella tragedia, como monumentos y un muro de 300 metros con los nombres de las víctimas grabados.

La planificación es nuestra mejor herramienta para hacerle frente a los terremotos; la prevención es la clave. Durante el sismo, mantén la calma, busca la protección personal y la de los tuyos siguiendo las mejores prácticas. Después de un temblor, toma precauciones.

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