Prensa Funvisis (26.03.2020). – Considerado uno de los más controversiales en la historia sísmica de Venezuela, el terremoto ocurrido el jueves santo de 1812 causó estragos en las ciudades de Caracas, La Guaira, Barquisimeto, Mérida, y San Felipe. Este evento es de especial interés histórico y sismológico, pero diversos factores han distorsionado los hechos que acompañaron este movimiento telúrico y mantiene a los científicos en la búsqueda de evidencias que reconozcan su particular importancia.

En plena revuelta independentista, la tierra se estremeció y se convirtió en un aliado para los conspiradores civiles y militares que continuaban leales al poder del rey español Fernando VII, quienes con el argumento de que el terremoto era el “castigo divino” a la arrogancia de los patriotas aprovecharon la tragedia para sumar adeptos a la causa realista ignorando el hecho de que el potente terremoto habría cobrado la vida de centenares de personas a causa del escaso conocimiento sobre la realidad sismológica nacional.

Corrían las festividades del jueves santo cuando a las 4 y 7 minutos de la tarde en Caracas se presenta la primera conmoción que deja a su paso más de 10 mil fallecidos, dejando en ruinas donde antes se mostraban imponentes los templos de Altagracia, La Trinidad, La Merced, San Mauricio y San Jacinto y provocando la inclinación –de algunos grados- de la torre de la Catedral de Caracas.

Cerca de cuatro mil personas desaparecieron en La Guaira como consecuencia del terremoto, y en Maiquetía, Antímano, Chacao, Baruta, La Vega, San Felipe y Mérida familias enteras recorrían la ciudad en busca de algún pariente desaparecido.

Las primeras aproximaciones científicas acerca de este terremoto se atribuyen al doctor Melchor Centeno Grau, quien en su libro Estudios Sismológicos (1940), planteó una serie de hipótesis que han permanecido vigentes hasta el presente, dejando claro que este evento tuvo un origen tectónico y que fue un sismo multifocal con tres epicentros: uno en el Mar Caribe (entre Los Roques y la costa de La Guaira), responsable de los daños en Caracas, La Guaira y otras poblaciones al sur y al oeste; el segundo se situó frente a San Felipe, Barquisimeto y El Tocuyo y destruyó estas poblaciones; y el tercero se localizó al sur del Lago de Maracaibo, en la cordillera Andina, donde ocasionó graves daños reportados principalmente en la ciudad de Mérida. El tamaño y destrucción simultánea en varias ciudades del país ha bautizado este evento como Terremoto de Venezuela.

A pesar de estas impactantes consecuencias, Venezuela – a través de los años- se alzó en medio de las cenizas y los escombros como el Ave Fénix, para imponer lo que por la naturaleza del ser humano es su derecho, una tierra de hombres y mujeres libres.

Día de la prevención sísmica

En este escenario histórico y sismológico nacional, cada 26 de marzo se celebra el Día de la Prevención Sísmica en los centros educativos como iniciativa que persiste en hacer llegar a cada hogar los más completos contenidos de alfabetización sísmica a través de la difusión de las mejores prácticas ante un terremoto.

A 208 años del Terremoto de Venezuela, desde Funvisis se invita a la población en general a recordar que Venezuela es un país sísmico donde un evento pudiera presentarse sin previo aviso, por lo cual hay que estar preparados para afrontarlos promoviendo la cultura sísmica a fin de reducir la vulnerabilidad de nuestras edificaciones y estructuras.

Siendo la prevención la clave para afrontar un terremoto; durante su ocurrencia, mantén la calma, busca la protección personal y la de los tuyos siguiendo las mejores prácticas. Después de un terremoto, toma precauciones.

En la red social twitter @Funvisis recomienda descargar la colección completa de iconografías que ilustran qué hacer antes, durante y después de un terremoto; así como a mantenerse bien informado visitando www.funvisis.gob.ve.