Los
Medios de Comunicación ante un Terremoto
Lic. Raúl Amor.
Caracas 31 de julio de 1997.
La Vulnerabilidad del Hombre Moderno
Recientemente, en un artículo de
prensa titulado "El Precio de la Civilización", el reconocido intelectual
venezolano Arturo Uslar Pietri hacía referencia al fracaso de la
reunión convocada por las Naciones Unidas para evaluar resultados,
cinco años después de la Cumbre de la Tierra.
El modelo de "civilización" que
ha llegado a predominar en occidente, no es sostenible y conduce, a un
plazo más corto que largo, a inmensas consecuencias catastróficas,
que afectarán todo el futuro de nuestra civilización, concluye
el Doctor Uslar Pietri.
El concepto de peligro siempre ha estado
presente en la vida del hombre. Mientras en el pasado se percibía
como ajeno, ligado a intervenciones imprevistas de la naturaleza y al desconocimiento
humano, hoy la situación es distinta.
Los riesgos son el resultado de la habilidad
científica, técnica e industrial del hombre moderno en su
afortunada conquista de las fuerzas de la naturaleza.
En la sociedad que vivimos hoy, los riesgos
son invisibles. La bonanza económica hace que la gente adquiera
equipos fantásticos que conllevan una dosis de riesgo.
Cuando el hombre moderno se ha liberado
de la dependencia de la naturaleza a través del conocimiento, ha
construido a su alrededor una segunda naturaleza, cuyas potencialidades
de riesgo son iguales a la anterior. Los clorofluorocarbonos son gases
producidos por el hombre y se utilizan en los envases aerosoles y en materiales
aislantes, los refrigeradores e instalaciones de aire acondicionado y como
solventes industriales.
El Eco de los Medios de Comunicación
Social.
Los medios de Comunicación han realizado
un gran esfuerzo en la sensibilización de la sociedad sobre esta
materia. El periodismo ha estimulado el interés de la población
sobre los riesgos derivados del uso de las modernas tecnologías.
Los Medios de Comunicación han sido instrumentos en la formación
de la opinión pública y la han moldeado para favorecer la
reglamentación del uso de ciertas tecnologías consideradas
riesgosas.
Algunos, han calificado de contaminación
periodística la cobertura informativa que se ha dado a ciertos
sucesos, pues solo han servido para demostrar la incapacidad de los medios
de comunicación social para representar la realidad.
Los Medios de Comunicación deben
verse como un terreno sobre el cual es posible la confrontación
de ideas. La cobertura informativa de estos eventos, debemos verla
como un indicador del esfuerzo que los periodistas y los medios hacen en
búsqueda de toma de conciencia colectiva con respecto al bien "
ambiente".
El acceso al espacio de los medios constituye
un recurso valioso que debe conquistarse para criticar formas de desarrollo
y para proponer otras nuevas.
La cultura ecologista se ha difundido gracias
a la responsabilidad social con que han actuado los periodistas y al espacio
que los Medios de Comunicación Social han cedido.
Verdad es que en ocasiones se han producido
verdaderas catástrofes informativas, pero su origen ha estado
fundamentalmente, en la desinformación ocasionada por la incomunicación
que los científicos y técnicos mantienen con la sociedad.
La comunicación del riesgo, debe
ir más allá del intercambio de información entre expertos
y asociaciones. La comunicación del riesgo debe asumir un sentido
pedagógico, amplio, que abarque a toda la población. La comunicación
del riego debe asumir un enfoque de mercadeo social, orientada a lograr
la participación proactiva del público en la mitigación
del mismo.
La educación es la mejor herramienta
para gerenciar el riesgo y la comunicación debe ser el eje sobre
el cual girar, en el proceso de analizar el riesgo. Las personas no pueden
actuar positivamente sino conocen cuales son los comportamientos adecuados
y no cambiarán mientras no conozcan las consecuencias de las actuaciones
equivocadas.
Ninguna regulación, por excelente
que sea, puede funcionar sino tiene un amplio soporte del público.
Comprender la necesidad de desarrollar
programas de comunicación sobre el riesgo y definir metas realizables
son aspectos críticos para lograr cambio de conocimiento, actitudes
y comportamientos.
La Comunicación del Riesgo
Esta es una disciplina emergente. Son pocos
los tratadistas que están trabajando sobre esta materia y básicamente,
están radicados en los Estados Unidos y Alemania y uno que otro
en Francia e Italia. Las experiencias que conocemos, gracias a la literatura
existente, están referidas al sector químico especialmente
y están dirigidas a la búsqueda de formas de comunicación
que ayuden a lograr la aceptación social de las tecnologías
de alto riesgo.
En 1984, por iniciativa de la Agencia norteamericana
de Protección Ambiental (EPA) se realizó un encuentro de
especialistas en comunicaciones interesados en trabajar esta materia.
Con la creciente importancia que los movimientos
ecologistas están tomando y el escrutinio permanente que las comunidades
organizadas están teniendo sobre las actuaciones de los organismos
públicos y las empresas, en materia ambiental y en otras áreas
consideradas críticas, la materia se ha tornado más interesante.
La concepción tradicional de comunicación
del riesgo la entiende como el "intercambio de información científica
entre partes interesadas, referente a los riesgos en la salud y el medio
ambiente".
Para los Comunicadores Sociales la concepción
es más amplia. La Comunicación del riesgo es un proceso mediante
el cual se difunden contenidos o instrucciones que deben ser memorizados,
internalizados, para ponerlos en práctica cuando y donde sea necesario.
Lograr esto no es fácil. El simple
hecho de transmitir un mensaje a la población no garantiza su adopción
por parte de ella. Existen condicionantes. Las instituciones responsables
de mitigar el riesgo, deben promover en nuestros piases investigaciones
al respecto, si realmente queremos ser efectivos en la comunicación
con la población.
Medios de Comunicación Social
:
Una Herramienta para la Educación
del Ciudadano.
La educación, en su más amplio
sentido, busca potenciar las capacidades del hombre para el mejor conocimiento
y dominio del ambiente en que se desenvuelve.
Para ello, la sociedad ha creado el sistema
formal de educación. Pero existe también un sistema no formal
de educación, donde las personas aprenden de sus experiencias de
todos los días mediante el procesamiento de información obtenida
por diferentes vías.
Los medios de comunicación social
son unos de los suplidores de este tipo de información y nadie discute
hoy el impacto que estas informaciones producen en el individuo y en la
sociedad. Ha sido demostrado hasta la saciedad que los MCS contribuyen
al autodesarrollo de la persona, la concientizan y la motivan a participar
activamente en programas de mejoramiento de la calidad de vida en sus comunidades.
Por eso, un programa preventivo sobre riesgos,
accidentes y desastres naturales, debe incluir políticas de comunicación
con los ciudadanos y con los MCS, lo que hoy se comienza a denominar "mercadeo
social", que no es otra cosa que la utilización con fines no
comerciales de las técnicas sobre comportamiento humano desarrolladas
por la psicología, la sociología y la comunicación
social y de las cuales se han beneficiado en alto grado las empresas y
el comercio en general, para inducir la compra de productos.
El mercadeo social busca hacer progresar
una idea o una conducta social. El mercadeo social, quiere. facilitar
la aceptación de comportamientos que se consideran beneficiosos
para la sociedad en general.
Una política de comunicación
con los medios permite una más eficiente utilización de los
recursos, humanos y materiales lo cual se traduce en reducción de
costos y en posibilidades de alcanzar un mayor número de personas;
aumenta el intercambio de información, la formación y reforzamiento
permanente de grupos de trabajo y agiliza el intercambio entre las diferentes
agencias gubernamentales o civiles involucradas en el manejo de una crisis.
Las Primeras 24 horas
Si algo caracteriza las primeras 24 horas
que transcurren cuando estalla una crisis es el imperio del caos. Nadie
sabe qué está pasando. Los teléfonos, si funcionan,
están congestionados y es imposible comunicarse.
La radio y la televisión, nuestros
informantes de todos los días, están fuera del aire por falta
de electricidad. No hay agua, los ascensores no funcionan, ni las puertas
eléctricas de centros comerciales y edificios de apartamentos. Quienes
se aventuran a salir en busca de información no pueden hacerlo pues
el tráfico colapsó.
Si la emergencia es en horas de la noche,
la situación es peor, pues la ciudad está oscura y tememos
por nuestra seguridad y la de nuestra familia. Nadie informa, nadie sabe
lo que está sucediendo. Reina la expectativa, comienzan los rumores
sobre asaltos, que rápidamente, en la oscuridad de la noche, recorren
el vecindario, ese mismo que durante años hemos visto con indiferencia,
limitados al buenos días o buenas noches, si acaso, a la hora de
abordar el ascensor del edificio donde vivimos o donde trabajamos.
La incertidumbre crece. Nos angustiamos,
hasta que por fin, una radio o una televisora logra salir al aire para
informar que están investigando qué sucede, y oportunamente
nos informarán, porque ellos tampoco lo saben. Continuamos intentando
comunicarnos con personan a quienes consideramos siempre estar bien informadas.
Alguien, desde el interior del país, logra comunicarse con nosotros
para preguntarnos qué está sucediendo. Sabemos lo mismo que
él, nada.
Finalmente, por la radio o la televisión,
alguien con quien no estamos familiarizados, generalmente en traje militar,
nos informa lo que ya sabemos: estamos en emergencia y luego los periodistas,
gracias a Dios, comienzan a hablarnos de la magnitud de los hechos.
A la mañana siguiente, más
temprano que de costumbre, salimos a buscar el periódico, el cual,
aunque un poco retrasado, estará allí, como de costumbre,
para informarnos qué sucedió, a pesar de la emergencia.
De haber existido un plan de contingencias
con inclusión de los medios, la radio, el mejor medio para este
tipo de situaciones, nos hubiera orientado y sabríamos a donde ir
a colaborar para la restauración de la normalidad, en tiempo record.
Las Crisis Envuelven a los Medios
Los Medios de Comunicación juegan
un papel importante cuando informan en situaciones de crisis y emergencia.
Sin embargo algunos de sus comportamientos habituales, como la predisposición
hacia lo dramático, lo conflictivo y lo sensacional, pueden aumentar
la tensión en una población sacudida por una desgracia.
La cobertura de los medios, con frecuencia,
es deficiente por las limitaciones conque en ellos se trabaja. Limitaciones
de tiempo, de espacio, de recursos y hasta de conocimiento de la materia
origen de la crisis. Cuando se presentan las emergencias, los medios al
igual que Ud, también entran en crisis.
Ningún medio de comunicación
tiene un equipo humano especializado en informar en momentos de desastres.
La mayoría de las veces, cuando se presenta una crisis, el periodista
que está buscando la información no está familiarizado
con el problema, no tiene idea de las dimensiones del mismo, de allí
la importancia de disponer de voceros calificados, personas con pericia
en el tema en cuestión y preferiblemente, con habilidades comunicacionales
que comprendan estas limitaciones y se conviertan en apoyo a los comunicadores.
Los medios son un monstruo de mil cabezas
que necesita ser alimentado constantemente con noticias. En la sociedad
que vivimos, la información constituye un producto comercial de
primera necesidad. Los medios, un mundo caracterizado por la alta competencia,
viven detrás de la primicia, pues de ella y de la calidad de la
información que ofrezcan, depende su subsistencia. A esto debemos
agregar otro factor, la rivalidad que practican los comunicadores sociales
entre si por la notoriedad, el Vedetismo, uno de los pecados capitales
de los periodistas.
Necesidad de Voceros Calificados.
La comunicación en situaciones de
crisis debe sortear varias dificultades. Una de ellas es la complejidad.
No todo el mundo comprende la información científica y en
ocasiones, las condiciones para el momento de la difusión de la
misma son hostiles para el emisor.
En los últimos años, la opinión
pública mundial y la nacional no es una exepción, ha desarrollado
una hipersensibilidad hacia toda información relacionada con riesgos
y amenazas a la salud, contaminación del ambiente y la seguridad
personal. Los ciudadanos han perdido su fé en las informaciones
suministradas por los gobiernos, las empresas y las instituciones sobre
esta materia. Se vive una crisis de credibilidad en el sector.
Las investigaciones realizadas demuestran
que la Credibilidad, que se basa en la Etica, la Competencia
y
el Compromiso de la fuente, persona/institución que emite
el mensaje, es fundamental en el éxito de la comunicación
del riesgo. La credibilidad no es fácil de obtener. Pero más
difícil es recuperarla.
En la sociedad actual, los responsables
de las agencias encargadas de informar a la ciudadanía son percibidos
como insensibles, indiferentes ante las amenazas que pueden afectar a las
comunidades.
La mayoría de las veces, esta percepción
tiene su origen en la falta de proactividad por parte de las agencias,
en la comunicación y relaciones con organizaciones locales y los
medios de comunicación social.
Para que los programas de comunicación
en situaciones de crisis sean efectivos, las organizaciones y los voceros
de las mismas deben desarrollar credibilidad ante la opinión pública,
actuando con apego a la ética, demostrando experticia en la materia,
interés permanente ante las amenazas y habilidades comunicacionales
para persuadir a la población.
De allí la importancia de desarrollar
preventivamente programas regulares de comunicaciones con el entorno, y
con los medios de comunicación social en especial. Estos programas,
permitirán conocer las necesidades de información de la sociedad
y qué tecnologías, qué recursos favorables existen
en el mismo. A partir de esta información, se organizarán
las acciones educativas que harán posible el comportamiento adecuado
de la población cuando se presenten las crisis.
Cuando la Crisis nos alcanza.
La norma fundamental de gestión
de la información en toda situación crítica es decir
la verdad y decirla cuanto antes, aún y cuando las noticias sean
malas. Si usted no informa a la población oportunamente, comenzarán
los rumores. Lo mismo sucederá con los periodistas, ellos buscarán
la noticia por otro lado, es su deber, y tal vez la información
que reciban no sea la más adecuada.
Por ello, Ud debe constituirse en Fuente
Confiable de Información para los periodistas, con lo cual Ud
mantendrá el control sobre la calidad de la información difundida,
sin afectar el Derecho a la Información que todo ciudadano,
todo habitante de este mundo tiene.
Recuerde que las noticias se basan en hechos,
en consecuencia, concrétese en ofrecer la verdad en los hechos.
Esto significa, que Ud, Vocero Calificado,
debe convertirse en el mejor apoyo para el periodista y en consecuencia,
orientar su trabajo informativo, ayudarle a comprender lo que está
sucediendo, explicarle los riesgos presentes en el área en conflicto.
Un aspecto fundamental que se debe tener
en cuenta en las relaciones con la prensa es la presión del tiempo,
la agonía de la hora de cierre.
La producción del periódico
de cada día, al igual que los noticieros de radio y de televisión,
es un proceso sumamente riguroso, donde el periodista se encuentra sometido
a la presión de lapsos de entrega de las informaciones del momento.
En situaciones críticas, lógicamente,
las presiones aumentan lo cual trae como consecuencia, que el reportero
no dispone de tiempo para verificar los hechos, se confía en la
buena fé de los informantes y en el espíritu de cooperación
con el reportero. De allí la importancia de ofrecer a los periodistas
información oportuna, a fin de reducir las posibilidades de especulación
por desinformación. En más de una ocasión, por los
errores cometidos, este tipo de situaciones ha originado el fin de la carrera
de un periodista y esa no es la idea.
El Periodista, es un ser humano igual a
todos, con tensiones y emociones, sometido a presión constante,
con gran sentido altruista, que arriesga su vida en la búsqueda
de la verdad.
Mantenga un monitoréo de los medios
y avísele al periodista cuando la información que transmite
es equivocada o parcializada. Recuerde que él confía en personas
como Ud, su fuente de información.
Cuando se reúna con los periodistas
para informarles, lleve una guía, que responda a las clásicas
preguntas de Qué, Donde, Cuando, Cómo y Por qué sucedieron
las cosas. Determine previamente los aspectos importantes y diseñe
sus respuestas. Evite los tecnicismos, las jergas profesionales, siglas
no familiares. Sea concreto, recuerde que a través de los medios,
sus ideas, sus palabras serán recibidas por personas angustiadas,
que no tienen ni su nivel cultural ni dominio del tema como Ud lo tiene.
Y un consejo para aquellos que en razón
de su actividad profesional están expuestos al contacto con los
medios : no espere que se presente una crisis para iniciar sus contactos
con la prensa. Cultive sus relaciones con los reporteros, los editores,
y los comunicadores sociales en general. Trate de conocer lo mejor que
pueda cómo funcionan los medios, cuales son las rutinas de los periodistas,
que sitios frecuentan, donde conseguirlos en cualquier momento.
Nunca espere que la crisis lo golpee para
iniciar su programa de relaciones con los medios.
Modelo de un Plan de Comunicaciones.
Defina Metas y Objetivos.
Identifique sus Audiencias Claves.
Selecciones Canales de Comunicación
Apropiados.
Desarrolle, compruebe la efectividad y
luego, Difunda los Mensajes.
Dialogue con la Comunidad.
Evalúe la Efectividad de su Programa.
Un proyecto de Comunicación del
Riesgo debe comenzar por la especificación de los objetivos a conseguir
: informar sobre la mitigación del riesgo, favorecer la participación
pública, renovar el pacto de confianza entre una institución
y la comunidad, reducir los efectos negativos de potenciales accidentes,
etc.
Luego se procede a la selección
de los actores involucrados, públicos claves, con especial énfasis
en el triángulo Instituciones Públicas - Organización
Industrial - Comunidad.
Seguidamente, seleccione los canales de
comunicación más apropiados para llegar a los públicos
que Ud ha calificado como claves.
La definición del contenido de los
mensajes será factor claves en el éxito de todo programa
de comunicaciones. Recuerde que los públicos no son iguales ni en
nivel cultural ni en intereses. Establezca un mensaje-tema y difúndalo
de diferentes maneras. No tema repetirlo y repetirlo. Pregúntese
siempre si la audiencia comprende el mensaje, si lo recuerda, si está
aceptando que es importante, si lo está interpretando como Ud. espera.
Dialogue con la comunidad. Desarrolle al
máximo su capacidad de escucha y analice las preocupaciones
y temores de la comunidad. Demuéstreles que realmente Ud y la organización
que representa están interesados por la suerte de todos. Recuerde
que la comunicación es un intercambio de información entre
partes. Escuche a la comunidad.
Finalmente, evalúe. Todo plan necesita
ser evaluado para verificar su efectividad y para introducir correcciones
en el mismo. Mantenga una evaluación permanente.
Cuando la Crisis nos Alcanza.
Toda organización necesita estar
preparada para gerenciar las emergencias y las crisis. Estas son inevitables
y nunca sabemos a ciencia cierta, cuando se van a presentar.
Por ello, se necesita a más de un
programa de comunicaciones públicas que eduque a la población
preventivamente, un Plan de Comunicaciones para las Emergencias y Situaciones
de Crisis.
En este plan, se definen claramente las
responsabilidades de las organizaciones encargadas de gerenciar la emergencia
y las acciones que deben efectuar cada uno de los actores, especialmente
de los voceros, encargados de informar y orientar a la población
en ese momento.
El desarrollo de Credibilidad, y
unas buenas Habilidades de Comunicación, está demostrado,
son importantes a la hora de gerenciar una emergencia.
Es tiempo de Comenzar.
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